Y si, nos encanta estar contando, hablando, con amigas, con mamá, con la tía, sobre nuestra vida amorosa y principalmente en dos escenarios extremos, cuando estamos super bien y nuestro adorado se portó bien, invitándonos a un lugar especial, nos llevó de viaje, nos envió flores, regalos, nos preparó la cena, hizo las cosas bien. Y el otro escenario es cuando simplemente es un desastre, un patán, nos trató mal, se fue con los amigos hasta tarde, se quedó todo el día viendo tele y ni te habló, se olvidó de una fecha importante… y podría ser una largo etcétera.
Hablar de más con otros puede ser un problema
Si el objetivo es desahogarte y tener un apoyo, siempre mejor piensa antes de hablar mucho. Puedes llegar a poner en riesgo tu relación de pareja. Aquí es donde debes aplicar tu inteligencia emocional y saber hasta dónde llegar en tus conversaciones con amigos y familiares, hablar lo justo para que sea saludable para ti, que te ayude y ahí parar. Lo que no debes llegar es al punto de tú misma violar tu intimidad y la privacidad de tu pareja.
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Qué pasa cuando hablas demasiado
- Solo expresas tu punto de vista que puede estar, según la situación, cegado por la cólera, frustración, tristeza.
- Sin querer das una versión injusta y subjetiva de la situación.
- No das la oportunidad de conversarlo antes con tu pareja y revertir la situación o hasta que cambies de opinión y percepción.
- Tu opinión sobre tu pareja puede contaminar de forma errada la imagen que tienen de ella.
- Lo que hablas también habla de ti. Y puedes dar la impresión que si así hablas de tu pareja, como lo harás del resto.
- Pierdes confianza, si hablas mucho, ya no te querrán contar sus temas pensando que los vas a ir comando por ahí.
- Sin pretender hacerlo, puedes dar una especie de ‘permiso’ para meterse en tu vida, ya que tienen más información de la que deberían tener.
Después de leer estos puntos seguro que vas a pensarlo dos veces antes de conversar o contar tu vida, tus problemas, porque si bien lo haces con un objetivo positivo, al final te puede jugar en contra.
Qué hacer si necesitas expresarte
Si consideras que tienes un problema severo de pareja o que puede terminar mal, lo mejor es acudir a un especialista a comentarle y él te dirá si lo mejor es tener una terapia de pareja o tú sola manejarlo.
Conoce la Terapia para dos: Sandra Romero, terapeuta de parejas
Si ‘necesitas’ hablar más de lo necesario y ahondar en detalles siempre hay una mejor amiga, una amiga verdadera. Eso no significa que tus demás buenas amigas sean falsas, pero siempre hay una que le tienes más confianza, sea porque la conoces desde siempre o porque lograste una afinidad especial con ella. Adelante, sé un poco más abierta con ella, trata de medirte, pero si no lo logras, que sea con una sola persona de mucha confianza y apertura.
Si tienes confianza con tu mamá, si bien madre solo hay una, ve con cuidado, no vas a querer que le agarre mala onda a tu pareja.
Tampoco vayas publicando en redes sociales, quotes o frases que ‘sutilmente’ informen tus sentimientos, no es cool hacerlo y la verdad que lo único que vas a lograr son chismes alrededor tuyo y de ti.
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Finalmente, respira profundo y piensa qué es lo que quieres expresar, qué sientes, qué necesitas que el mundo (o bueno, tu círculo cercano) sepa de tu relación, de tu pareja. Qué quieres lograr. Cuando entiendas qué pasa, vas a tomar una decisión sabia de qué hacer, con quién hablar y hasta dónde hacerlo.
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