Texto: María Alejandra López / Créditos de Fotografía: Ximena Llosa Chef en Facebook
La pasión de Ximena Llosa es cocinar. No en vano ha trabajado dando clases de cocina en varios países, haciendo catering, y ofreciendo asesorías en diversos restaurantes.
La chef ha vivido en Brasil, Colombia, Estados Unidos y México, y hoy forma parte del programa “Oh Diosas!”, que se transmite en el canal “Plus Tv”.
A pesar de la recargada agenda de Ximena, ella se dio un tiempo para contarnos más sobre su vida y su notable carrera. ¡Muchas gracias Ximena!
Ximena, cuéntanos cómo empezaste a cocinar. ¿Recuerdas a que edad fue?
No tengo muchos recuerdos cocinando de chiquita, he buscado fotos y tampoco he encontrado, pero mi mamá me cuenta que nos hacía cocinar a mis hermanas y a mí. Sí recuerdo que a los nueve o diez años empecé a preparar cosas cuando me quedaba a dormir a la casa de mi papá, y en la casa de mi tía abuela aprendí a hacer galletas. Siempre me llamó la atención, sólo que al comienzo no me quedaba todo bien –se ríe–. En la época del colegio –a los quince años–, una amiga y yo empezamos a hacer unas galletas deliciosas para vender, ¡y nos fue increíble! En ese momento empecé a probar otras recetas, y las cosas me iban saliendo cada vez mejor. Me fui inclinando a estudiar para convertirme en chef.
¿Qué es lo que más recuerdas de la cocina?
De verdad tengo muy buenos recuerdos de diferentes etapas de mi vida en la cocina. Las mejores son cuando vivía en Italia, y pude trabajar en diferentes restaurantes y viajar bastante. Conocer gente de otros países es maravilloso. Actualmente, los mejores recuerdos de cocina los tengo cuando estoy con mus hijos en la cocina: ver como ellos disfrutan algo que es tan importante para mí, ¡me pone súper feliz!
¿Cuándo te diste cuenta que realmente querías ser chef?
Al terminar el colegio no estaba tan segura de querer ser chef, también me gustaban otras cosas: quise ser fotógrafa, estudiar publicidad; por eso me metí a estudiar hotelería, para tener algo más, e ir definiendo que quería. ¡Al final ganó la cocina! Lo mas gracioso es que ahora yo fotógrafa (de mis platos), y publicista a la misma vez (haciéndome marketing en Facebook).
Trabajaste en Astrid & Gastón a los 19 años, y después en el Café Bohemia, ¿Qué aprendiste durante esos años?
Llegué al restaurante cuando habían abierto sus puertas. Fuimos a comer con mi familia y una amiga. Yo estaba estudiando hotelería en ese momento, pero ya sabía que quería ser chef. A mi papá le pareció buena idea decirle a Astrid para que yo hiciera prácticas. ¡Y ella dijo sí!, que podía ir el lunes y efectivamente el lunes fui. Aprendí toda la base de lo que sé y fue mi primera experiencia en restaurantes. No sólo estaba fascinada de todo lo que aprendí sobre recetas; también el ambiente, el personal, y Astrid y Gastón eran súper amables. Me enseñaban todo sin problemas.
A los 19 años me pidieron que fuera la jefa de pastelería de un café que estaban abriendo: “Bohemia”. Acepté y fue una experiencia maravillosa: no quería irme nunca del trabajo y hacia doble turno. Era el paraíso para aprender y fue mi primer trabajo pagado. Además, es extra especial porque ahí conocí a alguien que quiero y valoro mucho, y hoy es mi mano derecha: Miriam Delgado.
Ahí aprendí lo que significa trabajar desde abajo, literalmente desde abajo, haciendo de todo. Para mí es la base de una buena formación. Si alguien quiere ser chef tiene que haber pasado por todas las áreas, e ir subiendo de a pocos.
Hablas cinco idiomas y has vivido en distintos países, en donde has trabajado enseñando cocina. ¿Cómo surgió la idea de enseñar?
De mi mamá italiana heredé la facilidad para los idiomas: hablo ingles, portugués, italiano, castellano y francés. Y afortunadamente he vivido en países donde he tenido que usarlos todos, y por eso también me fue fácil adaptarme. Empezar a enseñar nació de las ganas que tenia de compartir lo que estaba aprendiendo: primero le enseñaba a alguna amiga que iba a mi casa o hacíamos postres para llevar a la playa. Así se me ocurrió empezar a formar grupos y dar clases de cosas ricas y sencillas para poder hacer desde casa. Fue un éxito, y por suerte, cada vez que me mudaba hacia lo mismo en cada país. ¡Solo cambiaba el idioma!
¿Podrías contarnos una anécdota?
La verdad es que anécdotas de cocina tengo miles. Una fue cuando una amiga me llamó para pedirme que su suegra –esposa de Valentín Paniagua–le pidiera que yo haga una cena para su esposo y Alejandro Toledo. ¡La cena era esa misma noche! Tuve que volar a hacer las compras e ir a la casa donde iba a ser la cena. Todo iba bien hasta que nos enteramos que la esposa de Toledo era vegetariana y casi nos da un ataque pues el plato principal tenia carne. Felizmente inventé algo y todo salió perfecto.
Ahora trabajas como chef en Oh Diosas! ¿Cómo te sientes en la televisión?
Trabajar en Oh Diosas para mí es lo máximo, siempre fui televidente de este programa. ¡Estar ahora es irreal! El ambiente es increíble, y eso me ha ayudado a sentirme más cómoda cada vez.
No tengo problemas con enseñar. Lo que me daba un poco de nervios al comienzo eran las cámaras, pero poco a poco he ido aprendiendo, mejorando y aceptando consejos. Lo que más me gusta es poder llegar a la gente, que desde sus casas puedan relajarse viendo el programa –las notas que hacen Antonia, Mercedes y Alina–; y saquen cada día una receta buena, bien explicada, y que le pierdan el miedo a hacer ciertos platos o probar ingredientes nuevos. Lo lindo es que las cuatro nos llevamos súper bien y esa química se refleja en el programa. Nos gusta hacernos bromas ¡como jugar a embarrarnos con ciertos ingredientes!, y todo eso hace que las personas en sus casas se diviertan y reciban un gran programa.
¿Qué es lo más valioso que te ha enseñado la cocina?
Lo que más me ha enseñado la cocina es el compartir. Yo soy muy abierta con eso, y me gusta poder entregarles a los demás las cosas que yo conozco. Me da demasiada alegría y satisfacción cuando ayudo a alguien a hacer alguna receta que nuca le salió, o que logre preparar algo que siempre quiso.
“Yo creo que en la vida hay que ser generoso. Y que mejor generosidad que compartir lo que es más importante y preciado para un chef: sus conocimientos y recetas. Cuando ya no esté en este mundo, me gustaría que mis recetas se queden en la tierra con gente linda que las prepare.”
Agradecimientos: Ximena Llosa. Contacto: www.ximenallosachef.blogspot.com / contacto@ximenachef.com
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