Nosotros somos una familia bien unida y siempre nos reunimos alrededor de una cocina, por ejemplo, mi tío Polo nos llevaba a Zorritos y a la hora de cocinar nos daba tareas a todos. Se podría decir que ahí nació mi gusto por la cocina.
Nosotros somos una familia bien unida y siempre nos reunimos alrededor de una cocina, por ejemplo, mi tío Polo nos llevaba a Zorritos y a la hora de cocinar nos daba tareas a todos. Se podría decir que ahí nació mi gusto por la cocina.
Tras estudiar en la ‘Cordon Bleu’ viviste y trabajaste en Europa, ¿qué fue lo que más aprendiste durante todo ese tiempo?
Aprendí sobre la presión, los tiempos, y las cantidades que se requieren en una cocina, además del manejo de personal y el trato con la gente, y qué les gusta y disgusta a los clientes.
¿Cuándo decidiste que era el momento indicado para establecer tu propia empresa de catering?
Llegué a Lima sin saber que me quedaría a vivir, y se podría decir que fue una mezcla de todo: de amor y de extrañar a mi familia. Cogí lo que amaba de Europa y lo que extrañaba de Perú, y lo convertí en mi empresa ‘El Catering de Andrea’.
En el servicio que ofreces integras decoración y catering con una propuesta gourmet, ¿cómo haces que ambos trabajos no parezcan desconectados entre sí?
Para mí es importante no solo pensar en los platos, sino también en el lugar. Por eso, pienso bastante en como transmitir más a través de los detalles, por ejemplo, en un arreglo floral frente a una copa de vino. En mi trabajo entran en juego las sensaciones, y el concepto de cada evento: ese es el estilo del ‘Catering de Andrea’.
En relación al catering que realizas para los matrimonios, ¿qué tienes en cuenta al momento de elaborar una propuesta? o, mejor dicho, ¿qué es lo que deberían tener en claro los novios antes de contactarte?
Creo que lo más importante es tener claro lo que realmente quieren los novios, y parte de mi trabajo es interpretar sus deseos y volcarlos en un concepto particular y único para ellos.
Ahora las mesas de dulces en los matrimonios son una de las partes más bonitas en toda celebración, ¿cómo trabajas el espacio dulce?
Tiene que transmitir abundancia, dulzura, y riqueza. Lo rico de un dulce es ver que te impacta, que es contundente a simple vista, que llama tu atención de lejos, y que cuando los pruebes no te decepciones. El sabor y la presentación tienen que ir de la mano. Recordemos que el dulce es el vicio del buen comer.
Ya que estamos en temporada de verano, ¿qué opción le darías a una pareja que busca un servicio de catering para un matrimonio en la playa?
Creo que en la playa lo primordial es la comodidad, también debemos esmerarnos en tener todo en el momento oportuno y muy fresco. Trabajar en el verano es un reto más grande porque el calor hace que las cosas deban estar más frescas que de costumbre, y la premisa siempre será darle frescura y comodidad a los invitados.
De todos los matrimonios que has venido realizado durante todo este tiempo, ¿cuál es el que más recuerdas?
El que más recuerdo fue un matrimonio en la playa, que fue un gran trabajo porque todos nos amanecimos. Y lo recuerdo mucho porque al día siguiente, cuando me levante, encontré un ramo de flores en la puerta, y cuando leí la carta era de los novia y de la mamá. Que se hayan tomado el tiempo para tener un detalle así es suficiente como para recordarlo por siempre. Eso me da fuerzas para seguir adelante en este trabajo, que me encanta.
Una pregunta muy importante para finalizar la entrevista, ¿qué tan creativos pueden –y deberían ser los novios- para plantear el servicio de catering en su matrimonio? ¿Qué aconsejarías en base a tu experiencia?
No es necesario que los novios sean creativos, sólo necesitan entusiasmo y abrir su mente, ya que existen muchas propuestas. El Catering de Andrea está para ayudarlos a ser creativos. Lo principal es que se relajen y confíen, porque cuando llegan al Catering de Andrea están en buenas manos.
www.elcateringdeandrea.com/
268-4330 / 949162630
andrea@elcateringdeandrea.com
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